Que noche para triste, sintiendo los achaques de la edad y de la enfermedad, pensando como siempre en los míos, en mis hijos. En lo triste que es el no compartir con ellos nada en mucho tiempo, es muy triste de verdad el sentir por ellos una ausencia que carcome el alma misma.
Pocos espero, seamos quienes por algún motivo, pasemos por esto tan triste, tan solo nos alimentamos de esperanzas de un mañana que jamás vemos llegar, pero que pedimos a Dios, a cambio de todo lo material que un día pensamos poseer.
Sentirse enfermo, y no poder más que arrojar esta bengala al ciberespacio, confiando que llegará mas rápido que un “WhatsApp” hacia mi hijo esperando el sólo saber que esta bien me reconfortaría mucho!!!!
con mucho cariño, su padre,que los ama….